«Lugares oscuros», Gillian Flynn

Título: Lugares oscuros (La llamada del Kill Club)

Autora: Gillian Flynn

Editorial: Reservoir Books

Número de páginas: 408

Año de publicación: 2016

La frase: «Albergo la maldad en mi interior, tan real como un órgano más. Rájame la barriga y resbalará fuera, carnosa y oscura, y caerá al suelo para que puedas pisotearla.»

Sinopsis

 

Libby Day tenía siete años cuando su madre y sus dos hermanas fueron víctimas de lo que los medios llamaron «la masacre de la granja de Kinnakee, Kansas». Ella salvó la vida y testificó contra su hermano Ben, a quien señaló como el culpable.

Veinticinco años después, el Kill Club -una sociedad secreta obsesionada con crímenes célebres- localiza a una Libby en franca decadencia y pretende que les ayude a escarbar en los cabos sueltos de aquella noche, quizá en busca de alguna prueba que absuelva a Ben. Ella aceptará remover el pasado y volver a contactar con personas a las que deseó olvidar, siempre y cuando reciba a cambio algún tipo de honorario. Lo que Libby no sabe es que una verdad inimaginable saldrá a flote y la pondrá de nuevo en aquella misma situación: huyendo de la muerte en una carrera desquiciada.

Reseña

Granja de los Day. 2 de enero de 1985. Patty había hecho, como cada mañana, un gran esfuerzo por levantarse de aquella cama que tenía por prisión para preparar el desayuno a sus hijos. Hacía tiempo que Runner había huido, por lo que, la madre soltera, tiraba de su imaginación para que los niños no fueran conscientes de la precariedad en la que vivían. Sin embargo, sabía que no lo había conseguido. El mayor, Ben, odiaba a sus entrometidas y cargantes hermanas. Con quince años, su carácter no hacía sino acentuarse conforme pasaba el tiempo. Desterrado por sus compañeros, compaginaba sus estudios con la limpieza del colegio en sus horas libres. Esa mañana no había amanecido mucho mejor: su aversión a la comida de su progenitora y una discusión por un cambio de look -dejando atrás la famosa cabellera pelirroja de la familia- provocaron una discusión que lo alejó del hogar durante todo el día.

Kinakee, Texas. 3 de enero de 1985. Congelada en la fría nieve, Libby Day, la benjamina de la familia, había escapado por la ventana de la habitación de su madre tras sentir unos extraños ruidos en la madrugada. Sus extremidades ya no respondían a nada y, a pesar de su corta edad, no pudo evitar la compañía de las autoridades. Con tan solo siete años, la pequeña era ya la testigo. Con su padre en paradero desconocido y su hermano detenido, la cabeza de Libby no cesaba de repetir las imágenes de una masacre: Michelle, diez años, estrangulada sobre su cama; Debby, nueve años, tendida junto a su madre con el cuerpo descuartizado por un hacha; Patty, treinta y dos años, herida con un cuchillo de caza, perforada por varias balas y rematada con la herramienta. Las paredes estaban decoradas con la sangre de las víctimas, formando extraños símbolos satánicos. ¿Qué había visto? ¿Qué iba a ser de ella?

Actualidad. Caprichosa, descuidada, manipuladora, cleptómana. «Pinta un cuadro de mi alma y te saldrá un garabato con colmillos», expresa. Su aversión hacia la vida le hace estar alejada de todo contacto humano. Habitante de un bungalow en un barrio sin nombre, pasa las horas sobre su cama. Ya han pasado veinticuatro años de aquel hecho oscuro. Una llamada de su asesor financiero la saca de su ensoñación: la pobre víctima estaba arruinada. Durante mucho tiempo, Libby fue recibiendo ingentes cantidades de dinero de benefactores altruistas. Su cara de pena y sus armas de abandono la habían mantenido; pero ahora ya no era una niña desamparada. Estaba entrando en un momento crítico.

Acompañada de su gato y rodeada de artículos robados, la ahora treintañera abre un sobre que arroja una oscura luz a su destino. Un nombre, un teléfono y una invitación: deberá retractarse de su declaración, iniciar una investigación por su cuenta y sacar a su hermano Ben de la cárcel si quiere cobrar. El Kill Club está esperándola.

Opinión

La narración en primera persona se entremezcla con un narrador omnisciente. El presente se enreda con el pasado. El crecimiento personal, los sentimientos y las imágenes aterradoras confluyen de una forma magistral con el suspense en cada dimensión. Una investigación atrapante alejada de todo formalismo. La periodista y escritora Gillian Flynn ya pegaba fuerte antes de su obra cumbre Perdida.

El Kill Club, un grupo de fanáticos que se reúnen en las tinieblas de un edificio abandonado. Divididos por asesinatos, cada participante investiga y colecciona hechos sobre los casos más siniestros de Texas. Adolescentes, padres de familia y amas de casa compartiendo una pasión; una actividad que les lleva a mantener contacto con los criminales más famosos. Alejados de las autoridades, sus indagaciones poco dejan que desear. Si entras, no podrás salir.

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