«Hombres sin mujeres», Haruki Murakami

Título: Hombres sin mujeres

Autor: Haruki Murakami

Editorial: Tusquets editores

Número de páginas: 267

Año de publicación: 2015

La frase: «En momentos como ése, recordaba con incomodidad que todos los habitantes de la Tierra de una latitud ven las mismas estrellas en el cielo. Y, sin embargo, no hay dos culturas que vean las mismas constelaciones. Él había visto pruebas de aquel fenómeno una y otra vez: las pautas que percibimos vienen determinadas por las historias que deseamos creer«.

Reseña

Haruki Murakami (Kioto, 1949) vuelve al mundo de los relatos, tras “El elefante desaparece”, “Después del terremoto” y “Sauce ciego, mujer dormida”, con una colección de siete cuentos publicados en diferentes revistas y unificados bajo el título de “Hombres sin mujeres”, evocando a Ernest Hemingway (“Men without women”, 1927). Las mujeres, con su ausencia desgarradora y desalentadora de la vida, son las protagonistas de varios hombres que han compartido experiencias con éstas y proceden a inmiscuirse en la búsqueda de su propia identidad. Escenarios románticos cargados de desesperación y desesperanza. Un mundo en el que, como el propio autor cita, “perder a una mujer supone perderlas a todas”.

No podían faltan los guiños a los Beatles: “Drive my car” y “Yesterday”. En el primero, se narran las andanzas de un actor viudo que contrata los servicios de una chofer con la que se sincera tratando de buscar los motivos de las infidelidades de su mujer. Por su parte, en el segundo, un estudiante que busca un dinero adicional, conoce a un joven en plena batalla por su identidad y su amor a Erika, su novia de toda la vida, en la cafetería en la que trabajan.

“Un órgano independiente” presenta a un médico perfecto, un cicuentón rico y de éxito que solo conoce el amor en forma de sexo. Las mujeres marcan su vida de soltería desenfrenada, sin llegar a despertar en él ningún sentimiento cálido más allá del contacto físico. Sin embargo, la aparición de una mujer sin escrúpulos acabarán guiando su vida y su destino. En “Sherezade” se nos presenta a Habara, un hombre del que se desconoce la situación por la que se encuentra recluido en su hogar. Su único contacto con el exterior es a través de una ama de casa, que, tras cada visita, le abastece de alimentos de artículos de ocio, para acabar pasando por su cama. Visita tras visita, la misma rutina. Igual que cada relato, evocando a “Las mil y una noches”, contado por la propia mujer sin nombre, los fetichismos acabarán dando paso a una historia inacabada, despertando en  el lector y en Habara, una profunda insatisfacción.

“Kino” es una de las obras maestras de “Hombres sin mujeres”. Como escenario, un bar lúgubre y un protector con identidad desconocida que vela por el dueño del lugar entre las sombras de un libro. La aparición de una femme fatale y la referencia a un mundo onírico con gatos y serpientes como compañía, hacen emprender un viaje a Kino. Una huida sin destino, pero con un objetivo escondido.

Murakami decide devolver a Gregor Samsa, de Franz Kafka, a su estado humano en el sexto cuento de la publicación («Samsa enamorado«), llevando al lector a vislumbrar el aprendizaje de un hombre que, encerrado y aislado, conoce el hambre, el frío y el apetito sexual de la mano de una cerrajera jorobada. Por último, de título hómonimo a la publicación, “Hombres sin mujeres” cierra el viaje con un suicido. Un viaje por el mundo del dolor, la ausencia, la desesperanza y la pérdida.

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