«Los ojos del mar», Alberto Guaita

Título: Los ojos del Mar

Autor: Alberto Guaita

Editorial: Tagus, Grupo Planeta

Número de páginas: 334

Año de publicación: 2016

La frase: “El amor, concepto antes inamovible, eterno e inmortal en su mente, había demostrado que podía dejar de ser, apagarse, extinguirse o, al menos, mutar en otra cosa a la que no era capaz de poner nombre.”

Sinopsis

A primeros de los setenta, en la costa de Camerún, la joven Fanya y su abuela Simone, la curandera, encuentran herido e inconsciente en la playa a un extraño ser humanoide llamado Sharduk. Simone lo reconoce como un “mamiwata”, un espíritu de las aguas. Juntas intentarán salvarle la vida curando sus heridas y ocultándolo en el manglar. Al despertar, Sharduk les relatará cómo es el cada vez más deshabitado y peligroso mundo del que proviene, Teluria, y de qué manera llegó al nuestro a través de las extrañas “zonas de cruce”. Fanya y el aún convaleciente Sharduk no tardarán en enamorarse. Debido a peligrosas circunstancias tendrá que alejarse de ella, jurándole que volverá con un medio seguro para que puedan atravesar el “cruce” submarino juntos. 

Reseña

Longhee, cerca de la costa de Camerún, alberga a Fanya y su abuela Simone, una anciana que ha luchado por su nieta desde que la madre de ésta decidió abandonarla. En su día a día, cuenta con la ayuda de Malaam, un extranjero llegado de la aldea Peul con muñones por extremidades, debido a la lepra contraída años atrás, de la cual estaba completamente curado. El hombre vive desterrado en el N’long, un barrio pobre que cobija a un único residente más: el viejo marabú Bilal, un brujo lleno de rencor y odio por la traición de su hijo. Éste vive en el poblado con todas las comodidades y contando, además, con la simpatía del jefe Arthur Ngoma. Su único objetivo consiste en echar a anciana y nieta y confinarlas al N’long. Simone supone una competencia directa por clientes, los cuales, en su mayoría, acuden a la mujer en búsqueda de cura tras probar brebajes del marabú.

Cierto día, la curandera, su nieta y el incondicional extranjero realizan una visita a la playa con el fin de recolectar algas azules para elaborar diversos remedios. Sin embargo, su labor se ve interrumpida cuando, debajo de una montaña de plantas del mar, encuentran a un hombre herido. Mamá Simone lo reconoce como un mamiwata, un habitante del mar. Un ser con forma de humano, sin orejas, cuyas manos y pies son palmeadas y que emite luz propia. Durante varias jornadas, los rescatadores cuidan y velan por la salud y seguridad de Sharduk, habitante de Teluria.

Seis meses después de la muerte de su abuela, Fanya da a luz a dos mellizos, Ciel y Etienne, dos tiernos bebés nacidos antes de tiempo. Asistida en el parto por Alice, la nueva novia de Malaam, los niños son metidos rápidamente en agua, líquido en el cuál consiguen, por fin, reaccionar. Con el alumbramiento, la joven madre es obligada a abandonar Langhee y es confinada al N’long, donde los mellizos crecen junto a una madre cada año más triste y deprimida ante la ausencia del amor de su vida. La vida de Ciel y Etienne no es mucho mejor, ya que deben hacer oídos sordos a los insultos de los vecinos debido a su aspecto.

El adolescente Etienne ayuda a su familia con la pesca, mientras que su hermana se escabulle para darse largos baños en el mar. Tras un incidente sufrido cuando contaba con pocos años, descubrió que podía respirar bajo el agua, nadar a gran velocidad, jugar con los animales marinos e iluminar su propio cuerpo. Su amor al océano le aleja cada vez más de su vida terrestre, donde se siente libre y plena. Una noche, un cuerpo extraño nada a su alrededor. Ciel, sin dudar ni un sólo instante, persigue a la criatura. Cuando le da alcance y consiguen hablar, un joven mamiwata le revela su verdadero nombre. Su padre, después de diecisiete años, había vuelto con el mismo aspecto del que se enamoró su madre.

Opinión

Alberto Guaita pasó gran parte de su infancia en Camerún, acompañado a sus padres en sus misiones. Allí comenzó a empaparse de leyendas y cuentos de otras culturas. Esta experiencia se ve reflejada de una forma increíble en Los ojos del mar, su primera novela. Una obra llena de magia, fantasía, amor y lealtad.

Narrada en tercera persona, el libro mezcla mundos fantásticos con la realidad de Camerún. Las creencias de una región en contraposición a los nuevos habitantes de planetas ajenos y extraños. Los personajes que habitan la novela están cargados de gran carácter, una personalidad arrolladora que no dejará indiferente a nadie. Cada uno de ellos está perfectamente dotado de un pasado y un presente, lo que otorga gran valor a sus actos. Todo hecho tiene su explicación.

El lector se sumergirá en las aguas de un océano lleno de enseñanzas. Las tradiciones de los diferentes poblados, sus costumbres y creencias. El lado oscuro también está representado. Una magia que transporta, que mueve, que hace levitar. Sucesos sobrenaturales mezclados con actos de desprecio y racismo.

Y amor, mucho amor. Amor querido, amor dolido, amor perdido. Toneladas de sensaciones cargadas de lealtad entre los habitantes desterrados. Un sentimiento en estado puro en cada una de las páginas de Los ojos del mar.

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